Remedios para combatir los famosos callos
Que son los callos?, Son una capa de piel endurecida gruesa que se forma por la excesiva presión o fricción en un área del pie u otra parte del cuerpo. Generalmente se forman en áreas protuberantes y de hecho que son antiestéticos ya que malforman el pie dándoles un aspecto negativo, por ello les daré algunos remedios caseros para ayudar a combatir estos horribles callos.
A continuación lo remedios:
Remedios populares
Remedio para callos #1: Existen diferentes remedios populares con respecto a los callos tal vez el más tradicional consiste en rascarlos suavemente con piedra pómez, luego frotarlos con una cebolla cruda cortada por la mitad y finalmente colocarle encima unas gotas de tintura de árnica.
Remedio para callos #2: Este remedio tradicional consiste en colocar sobre el callo un diente de ajo machacado (o puede combinarlo con aceite de oliva lo cual favorece su reblandecimiento y desaparición. Al final debe cubrir con tela.
Remedio para callos #3: Otro forma de combatir los callos es elaborando una pasta al triturar 5 ó 6 aspirinas y mezclarlas con una cucharada de agua y jugo de limón el cual debe colocarse sobre los callos y envolverlos en una toalla caliente por 10 minutos. El calor hará que la pasta penetre y suavice los callos. Finalmente, rásquelos con una piedra pómez. De esta forma, podrán desprenderse con más facilidad.
Remedio para callos #4: Hacer macerar, aproximadamente por veinticuatro horas, varias hojas de puerro en vinagre de vino, y aplicarlas sobre el callo, que se extirpará luego con suavidad con un instrumento no cortante y desinfectado
Remedio para callos #5: Aplicar, dos o tres veces al día, una pomada a base de pétalos de caléndula lo cual suaviza pronto el tejido y actúa como antiinflamatorio.
Remedio para callos #6: Frotar aceite de ricino o de castor sobre los callos dos veces al día.
Remedio para callos #7: Remojar los pies en una infusión de cuatro cucharadas de manzanilla en un litro de agua lo cual alivia y suaviza la piel endurecida.
Remedio para callos #8: Remojar, antes de ir a dormir, los pies en agua tibia y después romper una cápsula de vitamina E. Aplicar en los talones con callos y grietas frotándolo suavemente. Puede añadir una capa de vaselina y luego ponerse calcetines de algodón.
Remedio para callos #9: Colocar encima una miga de pan que habrá estado empapada en vinagre durante dos días. El emplasto se sujeta con un pañuelo a lo largo de tres noches. No olvidar sumergir el pie en una palangana con agua tibia, antes de la aplicación del vinagre, para suavizar el callo y para que éste salga fácilmente.
Recomendaciones
Si tiene callosidades en los pies, le recomendaciones lo siguiente:
No se corte un callo Existen en las farmacias una gran cantidad de utensilios para cortar los callos, pero se aconseja no emplearlos, ya que se expondría a una infección y hasta una hemorragia.
Ponga almohadillas en los zapatos Se puede obtener alivio temporal de sus callos si se usa almohadillas hechas de un material que está más alto que el callo, y así lo protegen del contacto con el zapato o puede colocar algodones que eviten que el callo roce con el zapato.
Separe los dedos de su pie Si tiene callos entre los dedos de los pies, manténgalos separados con algodón y, además, ponga polvos de bebé, para ayudar a absorber la humedad.
Cuidado con los zapatos En ocasiones los zapatos pueden que contribuyan a la formación de callosidades. Por tal razón, se recomienda:
- Pruébese los zapatos varias veces (y hasta camine con ellos en la tienda) antes de comprarlo. Existen personas que piden un determinado número de zapatos y lo compran si medírselo y es que no saben que el tamaño de los pies cambia a medida que se envejece
- Observe que exista suficiente espacio (más o menos de media pulgada o1 a 1½ centímetros) entre el dedo más largo del pie y la punta de zapato (tanto izquierdo como el derecho). En caso que un pie sea mucho más largo que el otro, debe comprar aquel zapato que le permita que su pie más largo esté mejor y use relleno en el pie más pequeño.
- Compre zapatos de tacones muy bajos si son para uso diario.
- Escoger un material que sea suave y flexible y permita que el pie traspire.
- No permita que su zapato sea usado por otra persona.
- No use el mismo zapato todos los días. Se aconseja alternarlos lo cual es beneficioso no solo para sus pies sino también para sus zapatos.
Adoptar una dieta a base de productos integrales. Consuma alimentos crudos y ensaladas verdes a diario y debe evitar las grasas, carnes rojas, los fritos, el azúcar, chocolates y demás alimentos formadores de ácido oxálico.
No tomar cafeína ni alcohol En su lugar, beber jugo de zanahoria, remolacha y cohombro cada tres días para limpiar los riñones y restablecer el equilibrio ácido-básico.
Aplicar crema hidratante en los pies Como los pies tienen pocas glándulas sebáceas, la piel puede secarse mucho. Por ello, se recomienda que, después de lavarlos, se deben hidratar bien con una crema corporal o con una loción (si contienen ingredientes como el aceite de hierbabuena mucho mejor) para pies. Esta acción contribuye, también, a prevenir la formación de callos y clavos.
Evitar el uso de apósitos medicales. No es recomendable utilizar parches, emplastos ni apósitos medicinales que se venden sin receta médica, ya que usualmente tienen un ácido que no reconoce entre callos duros, suaves o la piel normal pudiendo corroer ésta última lo que podría causar quemaduras y hasta úlceras.
NOTA: Buscar ayuda profesional para tratar los callos si es diabético o si se tiene problemas de percepción sensorial. En el caso del diabético, al no tener una buena circulación, las heridas ocasionadas en los pies no sanan rápidamente y pueden no resistir las infecciones. Estos remedios no deben sustituir los tratamientos médicos; sólo son un complemento.