Tips para Elaborar y Mantener un buen Bordado…
Hola amigos, continuando con una de las secciones interesantes tal como los tips o consejos necesarios para elaborar un buen bordado, en adelante se exponerán una serie de consejos y detalles que hay que tener en cuenta a la hora de empezar y culminar un determinado bordado.
- Calcar el diseño a la tela.
- Los contrastes fuertes de color son mejores que usar exclusivamente colores claros o colores oscuros.
- El tamaño mínimo para bordar letras es de 3.5 milímetros
- Las letras con separación son más legibles. Los estilos de letra angostos, las letras delgadas y las letras condensadas no se bordan bien. Las letras que se pueden bordar bien son las negrillas –Bold-, Script simple y estilos de escritura a mano.
- Considere 3.5 mm en los bordes del emblema para aplicar el borde overlock, que es un remate con hilo hecho en una máquina de coser. Y un mínimo de 2 mm en el borde del emblema para hacer la orilla bordada cuando se aplica en la propia bordadora.
- Las líneas delgadas negras para definir detalles gráficos como las de una caricatura son difíciles de bordar.
- Posicionando elementos gráficos y letras. Durante el proceso de bordado la aguja que está bordando debe viajar desde un elemento del diseño o letra a otro, por lo que, la proximidad de los elementos y letras de uno a otro es muy importante. Tener elementos que se estén tocando o que estén cercanos es recomendable.
- Todos los tipos de bordado deberían almacenarse planos en un sitio oscuro, protegidos por varias capas de papel de seda.
- Las piezas grandes que quieras almacenarlas planas pueden enrollarse dentro de un tubo de cartón, cubrirse con papel de seda y envolverse después con más papel de seda. Si una pieza debe plegarse, pon papel de seda entre los pliegues y, de vez en cuando, cambia la situación de éstos.
- Protegerlas de las polillas.
- La labor puede limpiarse regularmente con una aspiradora: usa una herramienta de tapizado y a ser posible reduce la potencia de succión.
- Las piezas frágiles se pueden extender planas y cubrirlas con una tela como muselina, o con tela de cortina de naylon, aguantada con alfileres, y entonces aspirarse con la boquilla justo encima de la tela.
- La mayoría de telas y labores en cañamazo pueden lavarse con normalidad o en seco. Evita lavar las que contengan hilos metálicos a menos que estés seguro/a de que no se deteriorarán; usa un pincel para quitar el polvo de este tipo de hilos.
- Con un algodón de lana humedecido da unos toques en el reverso de la labor para ver si destiñe algún color. Si quedan restos de color en el algodón, no se debe lavar.
- Si lavas una labor de cañamazo, quizá quieras preparar una plantilla de papel para que ésta recupere de nuevo su medida. Debes quitar cualquier tipo de forro del cañamazo y, si es posible, también de la tela.
- Utiliza una bañera o un recipiente plano lo suficientemente grande como para que la labor quede bien estirada. Vierte un poco de jabón suave (nunca uses detergente) en abundante agua templada.
- Coloca la labor boca abajo y presiona el reverso suavemente con una esponja: la frotes ni retuerzas.
- Cambia el agua sin sacar la labor, para evitar que cale. Aclárala con varios cambios de agua fría hasta que hayan desaparecido los restos de jabón.
- Tiende la labor boca arriba en una superficie plana protegida con una toalla y sécala con una esponja limpia. Déjala plana hasta que se seque, o vuelve a tensar el cañamazo para que tome forma.
- Si tu problema consiste en que los bordados están perdiendo su color, humedécelos con agua salada antes de lavarlos. Si los lavas por primera vez usa un detergente o jabón suave que no tenga ningún agente blanqueador o abrillantador del color.
- También puedes optar por usar lavavajillas, porque con ellos nunca se corre el riesgo de que destiñan los hilos durante el lavado.
- Las prendas delicadas exigen una extrema atención a la hora de pasarles la plancha. Puedes planchar los bordados por el revés apoyados sobre una toalla o bien plancharlos primero por el derecho y luego por el revés.
- Para planchar un bordado que se pretenda enmarcar, ponlo entre dos paños limpios y pásale la plancha con la temperatura muy baja hasta que esté seco.
- La luz brillante del sol, el polvo o la humedad pasarán factura a hebras, hilos y telas, así que escoge con cuidado el lugar de exposición.